Muy a menudo el conflicto familiar comienza con algo pequeño o un comportamiento pequeño que persiste con el tiempo. Incluso los comportamientos muy amables y generosos pueden ser molestos si son gestos no deseados. En la edición del 30 de enero de “Dear Sugars” (en el New York Times), un lector escribe sobre sus suegros, quienes derraman amor y afecto sobre ella y su esposo. Se siente culpable de que sus constantes demostraciones de amor se sientan sofocantes para ella.
Cheryl Strayed y Steve Almond proporcionan una respuesta compasiva, diciéndole que ella solo puede cambiar las cosas que están bajo su control. La alientan a ser sincera con ellos sin ser hiriente: puede informarle que ella y su esposo comenzarán a cocinar sus comidas todas las noches, y que no las usará como cuidadores de la casa cuando salgan de la ciudad. Al establecer algunos límites con sus maravillosas suegros, ella establecerá el escenario para estar genuinamente agradecida por las cosas que continúan haciendo en su vida sin sentir resentimiento porque es “demasiado”.
Para obtener algunos consejos útiles sobre cómo lidiar constructivamente con el conflicto familiar, vaya a: https://www.nytimes.com/2018/01/30/style/my-in-laws-are-suffocating-me-help.html
Porque la familia es importante.